La boleta de compra es clave para ejercer la garantía legal, que permite cambiar, reparar o recuperar el dinero si un producto resulta defectuoso. Si lo que se compró no es lo prometido, el consumidor puede pedir la devolución, el reemplazo o la reparación gratuita del artículo dentro de los tres meses siguientes a la compra (excepto en productos perecibles, que tienen una garantía de hasta 7 días).
En caso de incumplimiento de contrato, la ley asegura que no haya cláusulas abusivas y que los contratos sean claros y legibles. Los consumidores también pueden retractarse de compras hechas por internet o en ciertos contratos firmados en reuniones. Las tiendas deben mostrar precios visibles y no pueden negarse a vender productos expuestos. Finalmente, la publicidad engañosa, que induce a error sobre el precio o las características del producto, está penada con multas.